El mercado eléctrico español está experimentando una transformación estructural que modificará la forma en que se fija el precio de la energía. El paso de intervalos horarios a períodos de 15 minutos, conocido como sistema cuarto horario o "quarter-hour", representa uno de los cambios más significativos en la última década para las compañías eléctricas en España y, especialmente, para las empresas que gestionan su suministro energético. Si tu compañía busca optimizar costes y mejorar su planificación eléctrica, entender este nuevo modelo es fundamental.
Tradicionalmente, el mercado mayorista de electricidad en España ha funcionado con intervalos horarios (MTU60). Esto significa que el precio de la electricidad se fijaba para cada hora completa del día, con un total de 24 precios diarios. Sin embargo, este modelo presenta limitaciones importantes en un contexto energético cada vez más dinámico, dominado por fuentes renovables intermitentes como la solar y la eólica.
El sistema cuarto horario (MTU15) divide cada hora en cuatro períodos de 15 minutos, generando 96 precios diferentes a lo largo del día. Esta mayor granularidad permite reflejar con mucha más precisión las fluctuaciones reales de oferta y demanda en el sistema eléctrico.
Red Eléctrica de España (REE) comenzó a liquidar desvíos en intervalos de 15 minutos desde diciembre de 2024. La implementación completa en el mercado diario, gestionado por OMIE, estaba prevista para el 30 de septiembre de 2025, con el primer día de entrega el 1 de octubre de 2025. Este calendario aseguraba que todos los actores del mercado estuvieran preparados para la transición.
Este cambio responde a varios objetivos estratégicos del sistema eléctrico europeo.
Hasta ahora, las empresas estaban acostumbradas a precios horarios relativamente estables, pero con el nuevo modelo la dinámica del mercado se vuelve mucho más precisa y, al mismo tiempo, más compleja.
Para entenderlo con claridad, conviene tener en mente tres elementos clave:
En el nuevo sistema, el precio de la electricidad cada 15 minutos se determina a través del cruce de las curvas de oferta y demanda para cada intervalo. Los productores presentan sus ofertas indicando a qué precio están dispuestos a vender la energía en ese periodo concreto, mientras que comercializadoras y consumidores comunican sus necesidades de compra.
El proceso es similar al actual modelo horario, pero con una resolución cuatro veces mayor. Esta granularidad permite capturar de forma mucho más fiel las oscilaciones reales del sistema, como picos de demanda inesperados o variaciones rápidas en la generación renovable.
Este nivel de detalle también introduce un efecto importante: mayor volatilidad. Lo que antes se promediaba a lo largo de una hora, ahora puede cambiar drásticamente cada 15 minutos. Por ejemplo, la producción fotovoltaica a las 10:00 puede diferir notablemente de la de las 10:45 si cambia la nubosidad.
Para las empresas, esto se traduce en un nuevo reto: gestionar sus costes con mayor precisión. Pero también supone una oportunidad, ya que podrán aprovechar de periodos concretos con precios más bajos y adaptar sus procesos para beneficiarse de ellos.
Esta transición también mejora la integración de las energías renovables en el mercado. Al reflejar con más precisión sus variaciones, los precios muestran de forma más clara cuándo la energía solar o eólica es abundante —y por tanto la energía más barata— y cuándo la generación disminuye, repercutiendo igualmente en el precio.
Esto permitirá a las empresas diseñar estrategias más inteligentes de consumo, alineando sus operaciones con los momentos en los que la electricidad es más competitiva y sostenible.
Para los responsables de compras energéticas, el cuarto horario introduce una nueva dimensión en la planificación. Las compañías eléctricas en España y sus clientes empresariales deberán adaptarse a una estructura de precios mucho más dinámica y detallada.
La previsión de costes se vuelve más compleja, ya que pequeñas variaciones en los horarios de consumo pueden tener impactos significativos en la factura final.
El primer paso para adaptarse al cuarto horario es conocer en profundidad los patrones de consumo de tu empresa. No basta con saber cuánta electricidad consumes al mes; necesitas comenzar a identificar exactamente cuándo consumes, con una precisión de 15 minutos.
El sistema cuarto horario no es solo un cambio técnico en cómo se fija el precio de la electricidad; representa una transformación profunda en la forma en que las empresas deben gestionar su energía. Las compañías que entiendan este nuevo contexto y adapten proactivamente su estrategia energética al igual que su consumo, obtendrán ventajas competitivas significativas a través del control de costes y la optimización operativa.
En Nordy comprendemos los desafíos que enfrentan las empresas ante la evolución del mercado eléctrico. Por eso desarrollamos soluciones específicamente diseñadas para ayudar a las compañías a navegar con éxito la transición al cuarto horario.
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